El conflicto alemán

Una, cada vez más, buena amiga me ha recordado lo que me gustaba escribir una entrada completamente sobre mí, en plan desahogo, pero sin decir un solo nombre. Así que aquí va, y te la dedico a ti, fan de Maldita Nerea.

Este año, el frío en Barcelona arriba a los huevos huesos. Sin embargo, los acontecimientos se suceden. Por un lado, comienzo a cogerle gustillo al alemán, o por lo menos a sentir que si tuviera tiempo y energía a la vez, y no por separado, podría estudiar y avanzar mucho más rápido de lo que lo hago. Además, no sé por qué, tengo el presentimiento de que me va abrir un par de puertas bastante interesantes. No en vano, para los idiomas, como en el amor, pico y pala es la clave. Pero qué jodidos son ambos!

Por otra parte, el máster. Muchas cosas podrían ir mejor, muchas cosas podrían ir peor. El caso es que estoy disfrutando y cada vez estoy cogiendo más cariño a mis compañer@s. No puedo esperar a empezar a trabajar en la campaña que tenemos que entregar a final de curso, porque sigo con la sensación de saber que estoy donde tenía que estar, y eso es bueno, amén del buen presentimiento que tengo desde que empecé.

En general corren tiempos de buenos presentimientos retroalimentando la caldera.

Más. La nueva hornada de Sénecas ha salido estupenda, ni mejor ni peor que la anterior. Disfruto con esta gente, nos estamos riendo todo el día y hasta donde sé, reírse es importante. En cuanto a los Sénecas que aún coletean, muy bien, aunque hay una en concreto que apenas veo y hay otro que me tiene contento. Y bueno, me voy a Madrid este puente a ver a gran parte de la añada del 2011, y del mítico 2008, una cosecha estupenda.

La familia, bien, gracias. M'agrada molt el bro pululando por aquí. Siempre ha sido mi mejor amigo y después de 4 años viviendo a una media de 5000 km de distancia el uno del otro se agradece un cola cao con cereales semanal.

Y poco más. Os dejo mi canción favorita de uno de los grupos de mi adolesciencia, que hoy me han vuelto a recordar. Así podría resumir mi vida, golpes duros con estribillos pegadizos.