Los programas que se usan para diseño 3D utilizan un software que en ocasiones fue creado por militares. Al desarrollar uno mejor, el obsoleto se vende y comercializa, con lo que nos encontramos ante la irónica situación de que lo que ahora crea mundos que nos hacen soñar, ha podido ser la causa de las pesadillas de cientos de personas.
Muchas veces no nos damos cuenta del mal al que colaboramos con nuestras acciones, como cuando compramos en Nike o comemos bollería industrial. El hombre es así, venimos así de fábrica. Capaces de lo mejor y lo peor para conseguir nuestro bienestar. Nos creemos evolucionados y en el fondo seguimos como en las cavernas, donde sólo importaba una cosa: sobrevivir de la forma más cómoda posible, pisando a la tribu que hubiera que pisar para robarles la comida o que pagaran tributos por miedo a la represalia de los garrotes.
Pero que siempre haya sido así no quiere decir que tenga que ser lo correcto. ¿No apareció la vida en el mar, y acabó conquistando el cielo y la tierra? ¿Se soñó siquiera con alcanzar la Luna cuando descubrimos el fuego? No. Pero ocurrió, y hoy estamos aquí, aunque a veces parezca que lo único que nos diferencia de nuestros ancestros es que ellos podían ver un cielo cuajado de estrellas donde nosotros solo vemos un manto negro indiferente.
No les demos la razón a los que no la tienen. Vivamos su mentira, pero siendo conscientes de que nos mienten. Que se metan sus garrotes por el culo.